La magnífica y triste Turquía

El futuro de Turquía se ve ensombrecido hoy en día por numerosas incertidumbres. Una nación que a lo largo de la historia moderna ha servido de puente para conectar dos continentes ha vivido momentos de convulsión después de un intento de golpe de Estado (que hubiera sido el quinto golpe de Estado en Turquía en menos de un siglo) en contra del mandatario Erdogan, a partir de este momento el gobierno lleva a cabo una cruzada contra cualquier tipo de oposición y contra los kurdos, que son un 28% de la población, pero es que además, el país posee fronteras comunes con Siria, Iraq e Irán.


Por ello entender la situación actual de Turquía no es fácil, probablemente una forma de aproximarnos a su realidad y a lo que supone para un país artísticamente esplendoroso estar sumido en una crisis profunda es desde la magnificencia de su memoria histórica.

Nos remontamos pues al siglo III d.C. Por aquel entonces, el Imperio Romano se sume en un periodo de crisis de cincuenta años de duración; su gran extensión territorial puso en evidencia la incapacidad del poder central para mantener la unidad y estabilidad de un enorme territorio que acabaría desmembrándose.

El emperador Constantino funda en el año 324 en la orilla occidental del Bósforo, en la antigua polis llamada Byzantion, la ciudad de Constantinopla «la Ciudad de Constantino». Constantino, llamado El Grande, fija allí su residencia y mediante un importante programa urbanístico la magnifica convirtiéndola en la segunda Roma.

Constantino I. Emperador de Roma

Posteriormente en el año 395 d.C. tras la muerte del emperador Teodosio, se da el cisma que supone la división definitiva del Imperio Romano en dos partes: el Imperio de Occidente cuya capital se mantendría en Roma y el Imperio de Oriente al cual se fijaría como capital la ciudad de Constantinopla.

A partir de ese momento, el Imperio Romano quedó dividido definitivamente a efectos administrativos en dos mitades, que, a medida que fue aumentando la presión de los bárbaros sobre las fronteras a lo largo del siglo V, empezaron a reaccionar de manera distinta.

El año 395 constituye, pues, un auténtico momento crucial en la definitiva separación de Oriente y Occidente.


Tras la caída de la parte occidental del Imperio en el 476 d.C a manos de los pueblos germánicos, la parte de Oriente pasa a ser el heredero del Imperio Romano. Sería el emperador Justiniano quién daría inicio a una dinastía que llevaría a Bizancio a su mayor apogeo.

Así, el Imperio Bizantino pervivió entre los siglos V a XV (durante toda la Edad Media) con la religión y el derecho como instituciones fundamentales.

Mosaico de Justiniano I. Basílica de San Vitale. Rávena

Constantinopla, capital y punto neurálgico de Bizancio, se convirtió en el estandarte principal del Imperio, desde allí Justiniano promovió y ejerció todo el potencial de su reinado, pasó a ser una importante potencia tanto militar como económica recuperando buena parte de las provincias perdidas en territorios que abarcaban desde Asia Central, Europa y el Mediterráneo, incluyendo Italia, en dónde ejerció una importante influencia desde su sede en Rávena.

Durante su dilatada historia, Bizancio anexó y perdió territorios, luchó contra diferentes pueblos y potencias alcanzando grandes éxitos militares, destacó por su esplendor cultural e intelectual en todos los ámbitos: lengua y literatura, matemáticas y geometría, arquitectura, escultura, arte musivario y pintura entre otros, aportando legados tan importantes e influyentes para la historia del arte y la humanidad como la iglesia de Santa Sofía o el Corpus Iuris Civilis que tanto ha influido en el derecho europeo posterior. En la historia de Bizancio destacan pensadores, filósofos (Filópono), historiadores (Procopio), científicos y arquitectos (Isidoro de Mileto) que dan valor al complejo legado intelectual y cultural del Imperio Bizantino.

Corpus Iuris Civilis.  (Cuerpo de Derecho civil). La más importante recopilación de Derecho Romano de la historia.
Santa Sofía. A
ntigua basílica patriarcal ortodoxa, posteriormente convertida en mezquita y actualmente en museo.
La decadencia del imperio fue prolongada. En Occidente, los normandos expulsaron de Italia a los bizantinos en unos pocos años, conquistaron territorios por los que pretendían abrirse camino hasta Constantinopla y se sucedieron la Tercera y Cuarta Cruzadas; pero fue durante las Guerras Otomano - Bizantinas, que culminó con la toma de Constantinopla en 1453 y la conquista del resto de los territorios bajo dominio bizantino por los turcos en el siglo XV, cuando acaeció el fin del Imperio.

El Imperio bizantino fue multicultural, importante bastión comercial y clave e influencia fundamental en asuntos de la teología.

Sirvió de agente de enlace entre el helenismo, la cultura oriental y el mundo latino occidental y probablemente constituyó el punto de enlace entre el mundo clásico y la edad moderna debido a su dilatada estabilidad durante toda la Edad Media.

La Caída de Constantinopla bajo dominio turco fue un suceso que impactó a la sociedad europea de la época. No pocos historiadores consideran este hecho como el final de la Edad Media. La metrópoli cayó tras un largo asedio y años de conflictos con los turcos, que ya habían conquistado el resto del Imperio bizantino.

Durante el período otomano la ciudad sufrió un cambio cultural completo, y pasó de ser una ciudad bizantina y cristiano ortodoxa a otra otomana e islámica. Santa Sofía, la Iglesia de la Divina Sabiduría, fue convertida en una mezquita.


Los otomanos denominaron la ciudad İstanbul (actual Estambul) pero el nombre de Constantinopla también siguió en uso hasta que el cambio se oficializó en la época republicana.

Siempre a caballo entre Oriente Medio y Europa, Turquía es hoy un país que tiene un contexto muy complejo, entre otras cosas por su posición geográfica estratégica, el conflicto político-religioso, el conflicto sirio y el yihadismo, las tensiones con Rusia o la crisis de los refugiados.

Turquía ha sido una encrucijada histórica entre las culturas y civilizaciones orientales y occidentales. Su territorio fue hogar de grandes civilizaciones, país que esconde mil tesoros. Ititas, turcos, lidios, fricios, griegos, romanos, bizantinos, otomanos y modernos se han dado cita para trazar su prodigiosa historia, hoy sin rumbo, y que ensombrece su magnifica nación.

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